AVISO IMPORTANTE:
Todos los personajes que aparecen en este blog, así como sus ciudades de destino, son ficticios.
Sólo es real la existencia de los toletes: todos aquellos instrumentos, verbos, adjetivos, objetos de uso común, hechos tanto de carne y hueso como de plástico, madera, aleaciones de metal y finísima arena.
También nosotros estamos hechos del mismo material que los toletes

sábado, 13 de octubre de 2007

the way we go to school (on a cold and frosty morning)

Mientras todos estáis con los brindis del 12 de octubre yo sigo recopilando mapas y datos sobre cómo sobrevivir a Hell!sinki. El momento cumbre de esta semana ha sido darme de alta en un foro de avistadores de auroras boreales, no os digo más. Otra semana en Dogville y acabo en el club de fans de los tiradores solitarios.
Creo que nunca había ido con tanta información a ningún sitio, y si sigo haciendo compras (ni el desfile de la Hispanidad ni las declaraciones de Aragonés me entretienen lo suficiente) mi maleta que pretendía ser austera se va a transformar en la mudanza de los Beckham sólo que sin Romeo, Cruz y Rebeca Loops.
Ahí dejo mi camino de casa al trabajo. Según Google mapas, unos 3.1 km por carretera, a pie se quedará en algo menos. Serán unos 20 minutos, aunque ya os diré cuántas horas psicológicas parecen cuando las temperaturas lleguen a los -25º prometidos.

5 comentarios:

Individuo Kane dijo...

Ese puente que tienes que cruzar nada más salir de casa tiene una pinta muy buena, como de que las corrientes de aire, impregnadas de humedad deben ser cosa fina. Aunque yo no veo más que ventajas. En cuanto se congele el agua, podrás ir patinando en mucho menos tiempo.

F dijo...

Había visto el puente, gracias.
No hace falta hurgar en la herida.

Anónimo dijo...

¿No hay metro en el infierno? O cualquier otro tipo de transporte público con calefacción...

Anónimo dijo...

Para ese maravilloso puente te recomiendo agachar la cerviz con una leve desviación hacia el lado contrario del viento. Complementar ese gesto con un apantallamiento del pabellón auditivo con la palma de la mano bien compacta es la postura ideal.

No es cosecha mía: lo aprendí en Mañolandia viendo a las señoras cruzar el puente de Santiago en los días de viento.

Feliz puente.

Anónimo dijo...

¿me lo imagino, o no hay ni una vocal en los nombres de más de 4 sílabas de las calles??