Lo penúltimo que hice ayer antes de quedarme dormida fue romper una lámpara. No comentaré cómo es la lámpara, es material de un futuro post, pero basta con decir que lo último que hice antes de quedarme dormida fue alegrarme de que no hubiera luz para ver sus cristales rotos.
Lo primero que hice esta mañana, gracias a Dios, fue recordar que había trozos de lámpara por el suelo. Después fui a hacer la foto desde la ventana, hoy tocaba fotografiar un temporal. Y lo primero que pensé al salir a la calle fue en la descripción de El halcón decapitado: “La lluvia cayó entre los dos como una cortina de cristales astillados”.
Hoy no quiero estar aquí.
Lo primero que hice esta mañana, gracias a Dios, fue recordar que había trozos de lámpara por el suelo. Después fui a hacer la foto desde la ventana, hoy tocaba fotografiar un temporal. Y lo primero que pensé al salir a la calle fue en la descripción de El halcón decapitado: “La lluvia cayó entre los dos como una cortina de cristales astillados”.
Hoy no quiero estar aquí.
4 comentarios:
Como, cuando, por que, te has cargado la lamparica?
Que verguenza que no estes conectada en horas de oficina!!!!
si la has roto, ¡seguro que se lo merecía!!
¿Tiene esto algo que ver con lámparas contra velas? ¿Eres árbitro en sus disputas?
¿Qué pasa con Dusseldordf? Esperaba una entrada explicativa o narrativa, algo que nos permitiera asomarnos a tu experiencia germánica.
¿Demasiada cerveza de Renania?
Estheeeeeer!!! y el post de Dusseldorf??? y la foto del temporal???!!! nos tienes impacientes!!!
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